En momentos donde se asocia a Israel con guerra y conflicto, quiero compartir mi experiencia al visitar un pueblo que ha demostrado ser un líder mundial en innovación científica y tecnológica en diversos campos, como una prueba más de la enorme complejidad que existe en este territorio y la dificultad de hacer juicios.

En este blog, descubriremos cómo Israel ha construido un ecosistema científico basado en la necesidad de enfrentar problemas relacionados con el agua y los cultivos, su papel en el desarrollo de soluciones para la transición climática y el impacto de los líderes tecnológicos en la consolidación de la democracia.

Un ecosistema construido en la necesidad.

A diferencia de otros países, su destacado ecosistema científico y sus contribuciones para abordar los desafíos de la transición climática se remonta al retorno de millones de refugiados luego de la segunda guerra mundial hace más de 75 años. En esa época, este enorme desierto que me hizo pensar en Marte cuando lo visité hace poco menos de tres meses, tenía problemas relacionados con el agua y los cultivos, que ponían en riesgo la viabilidad misma de estas comunidades.

El clima árido, la limitada disponibilidad de agua y tierras cultivables han sido desafíos constantes para Israel. Sin embargo, en lugar de rendirse ante estas adversidades, sus ciudadanos han optado por desarrollar soluciones innovadoras. El país ha aprovechado su conocimiento científico y tecnológico para crear un ecosistema que se centra en la eficiencia del agua y la agricultura sostenible bajo la idea de cero desperdicio. Desde la implementación de técnicas de riego de precisión hasta el desarrollo de sistemas avanzados de desalinización, Israel ha demostrado que una combinación de investigación científica y enfoques tecnológicos, puede superar obstáculos aparentemente imposibles.

Es el caso de Netafim, una de las empresas de riego de precisión más importantes del mundo que nació en en el desierto de Negev de la necesidad de los habitantes de este kibbutz de tener tierras cultivables y transformó la agricultura para siempre. Esta empresa comunitaria que se transformó en multinacional, hoy tiene una participación de mercado del 25% del riego de precisión del mundo. Otro ejemplo se remonta a finales de los sesenta cuando los vecinos comenzaron a drenar el agua del mar de Galilea que por cierto, no es un mar sino un lago. El objetivo era dejar Israel sin su fuente de agua dulce más preciada. Como respuesta a esto, Israel diseñó sistemas de desalinización a gran escala y cambió la idea de escasez de agua, por abundancia.

El papel de Israel en las soluciones de transición climática.

Israel no solo ha abordado los desafíos internos relacionados con el agua y la agricultura, sino que también ha dado un paso adelante en el campo de la transición climática global. El país ha fomentado un entorno propicio para las startups centradas en la sostenibilidad y las soluciones climáticas. A través de programas de apoyo, financiamiento y desarrollo de talento, Israel ha logrado convertirse en un semillero de startups que están creando tecnologías revolucionarias para mitigar el cambio climático y promover la energía renovable. Gracias a su participación activa en los mercados internacionales, Israel está exportando estas soluciones y compartido su conocimiento con otros países y comunidades que también buscan abordar la transición climática de manera efectiva. Las exportaciones de tecnología de Israel son el 46% del total de exportaciones y se estima que el 50% de las startups a 2027 serán ClimaTech, así que si podemos tener esperanzas de que hayan soluciones a gran escala en esta carrera, tengan por seguro con que gran parte, vendrá de esta tierra: ejemplos como la termosolar de Negev, o Believer meats que acaba de instalar la planta de carne cultivada más grande del mundo en carolina del norte o Apollo que acaba de abrir una planta de paneles solares flexibles de más de US300M, son solo una pequeña muestra, de su gran capacidad.

El papel de los líderes tecnológicos en la consolidación de la democracia.

La innovación y la ciencia no son el único factor, la capacidad de asociación de este pueblo es distintiva y sin duda son estas tecnologías sociales las que han permitido que Israel se consolide como un actor clave en los ecosistemas tecnológicos del mundo.

A pesar de ser una sociedad donde confluyen todas las ortodoxias posibles, esta transformación tecnológica ha desempeñado un papel fundamental en la consolidación de la democracia en el país. Los líderes tecnológicos en Israel han abogado por la transparencia, la apertura y la igualdad de oportunidades y han sido los principales promotores de las marchas de los últimos 6 meses en contra del gobierno autoritario de Netanyahu. La tecnología se ha usado como una herramienta para empoderar a los ciudadanos y fomentar la participación activa en la toma de decisiones democráticas, tan solo para la campaña contra la reforma que limitó los poderes de la Corte Suprema de Justicia, se movilizaron más de US35M en crowdfunding. El ecosistema científico en Israel ha inspirado una cultura de discusión constructiva y colaboración, allanando el camino para una sociedad más inclusiva y democrática que hoy se debate entre dos visiones del mundo. Abundancia y miedo rondan un territorio minúsculo, que envuelve las complejidades de casi todos los imperios existentes en la tierra en estos últimos 4.000 años.

Un abrazo a todos

@claudiaparicio

Inspirado por mí, escrito con la ayuda de GPT, mi nuevo copiloto.